Interior redacta una norma interna a posteriori para justificar la destitución del policía del ariete
Cuatro días después de la destitución de un subinspector por entrar en la casa de un maltratador se divulgó una nota interna para coordinar estas actuaciones
Los policías que entraron en un piso con un ariete en pandemia: «Nos van a juzgar por cumplir la Ley»
El pasado 6 de febrero un policía fue requerido por su superior para ser fulminantemente destituido de la unidad en la que llevaba 18 años sirviendo, la de Atención Ciudadana, la que más cerca debe estar de las personas que necesiten a la Policía. El argumento fue haber contravenido una orden, más bien una instrucción por wasap, porque lo único que podía haber desobedecido ese policía fue una nota interna que curiosamente fue redactada el 10 de febrero, cuatro días después de su destitución. El policía es el mismo que en pandemia tiró abajo la puerta de una fiesta con un ariete y aquello parece que no se lo han perdonado sus jefes.
OKLDIARIO ha tenido acceso a toda la documentación necesaria para contar la historia de un policía que lleva 18 años en el cuerpo y 10 gastando suela pateando las calles de Madrid. Desde hace varios días este subinspector está en su casa, tratando de entender, dicen los que tienen contacto con él, qué hizo mal el 27 de enero, cuando cerca de las 6 de la mañana se encontró a una mujer sola y llorando en la calle.
Según una minuta policial a la que ha tenido acceso este periódico, lo que hizo aquel día el ya conocido como el policía del ariete “sentó mal” a sus jefes. Así se lo hizo saber el inspector jefe que estaba a punto de sacarlo del Grupo de Actuación al Ciudadano, el GAC. El subinspector atendió a la mujer y esta le dijo que un hombre comenzó a golpearla mientras mantenían relaciones sexuales hasta echarla a la calle con lo puesto, quedándose con su bolso, sus llaves, su dinero, sus teléfonos, vamos, con todo lo suyo.
Valoración de riesgo
El policía valoró la situación y sus riesgos inherentes antes de tomar la decisión de entrar en la casa para detener al maltratador y recuperar los efectos personales de una mujer que por no poder no podía ni llamar a su familia o a su trabajo. Eso fue lo que “sentó mal”. El jefe de este subinspector le había advertido a él y a sus compañeros que no se entraba a las casas, que de eso se encargaran las unidades especializadas.
Al parecer una actuación con un hombre armado semanas atrás había provocado esta especie de temor de que policías uniformados, armados y con preparación no abordasen situaciones cotidianas para cualquier patrullero que en ciudades como Madrid son más que habituales. En cualquier caso, a este policía se le expulsaba por no obedecer una orden no escrita en ningún documento policial… hasta ahora.
OKDIARIO ha tenido acceso a una nota policial interna firmada el 10 de febrero por el mismo mando que firmó la destitución del subinspector presuntamente desobediente, y decimos presuntamente precisamente por dos partes de la misma orden que están hechas a medida para justificar la destitución del policía. La primera de ellas hace referencia a cuándo se debe entrar en una casa. De hecho, el asunto de la nota es “Coordinación de efectivos en entradas en domicilios por delito flagrante”, y bajo ese epígrafe la orden relata lo que califica como “supuestos de extrema urgencia”. Según la orden la entrada a domicilios “se limita a situaciones en que la actuación sea estrictamente necesaria para evitar situaciones de riesgo grave e inmediato para la vida o la integridad física de las personas”. Es obvio que los vídeos de la pandemia, como el del policía del ariete.
En el caso por el que destituyeron al agente esa circunstancia no concurría ya que la mujer se encontraba en la calle protegida por los policías, así que sólo quedaba decidir si había que entrar a la casa para detener al presunto maltratador. Y según la orden a la que ha tenido acceso este periódico, ¿de quién dependía esa decisión? “La decisión sobre la procedencia de efectuar la entrada corresponderá al mando de los efectivos que estén llevando a cabo la intervención”. Definitivamente no se puede redactar una orden posterior más ad hoc ni de manera más grosera, ya que cuatro días después esta nota contiene todo lo necesario para justificar una destitución ejecutada con antelación.
Este periódico sabe que ya hay una investigación interna en marcha para dirimir qué ha sucedió en este caso, pero la primera conclusión es preocupante ya que se sustituye la pericia y la experiencia de los agentes que llevan años en la calle por la conveniencia y comodidad de los mandos que rehúyen de actuaciones ruidosas. Por cierto, aquel día el maltratador se escapó aún entrando un agente a buscarlo. El mismo policía solicitó la intervención de una unidad K, un coche camuflado, que sí acabo deteniendo al hombre cuando regresaba al domicilio tras ver que no había aparente presencia policial en la zona. Quedó un informe impecable: víctima auxiliada, maltratador detenido y agente destituido. De locos.